El otoño se presenta, dejándo un manto de hojas color ocre (del amarillo oro al marrón claro), formando en algunos lugares una alfombra, que al caminar sobre ellas un pequeño "murmullo", un ruido me viene a la mente, esas hojas, ese sonido se hace presente, tienen la "forma de mí infancia", de las primeras letras coloreadas, de los primeros juegos compartidos en grupo, del primer acto Patrio, de la timidez, de las sonrisas, del juego "mancha congelada" (correr a los chicos; nenes y nenas y al tocarlos quedarse quietos hasta llegar al último).
Es así, me acuerdo cuando mí mamá me llevaba al Jardín de Infantes en la calle Pirán entre Tuyutí y Curapaligüe en el año 1970.
Cuántas imágenes y sensaciones trae "el manto sagrado" de la naturaleza, "manto sagrado", sí, "sagrado", allí, en aquellas hojas color ocre, se encontraron por un momento parte de mí infancia y su infancia.
Miguel Volonnino
29/04/2020
Tapiales La Matanza
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