sábado, 10 de marzo de 2012

TAPIALES - VOY EN TREN (MARdel) NO VOY EN AVIÓN












Elizabeth y Nicolás (esposa e hijo), y YO tomamos el TREN hacia Constitución de la Empresa Ferrobaires el 03 de marzo a las 10:25, clase Pullman, Mar del Plata Constitución, sabíamos que ese TREN nro. 306 (como todos los TRENES de Argentina), tienen muy poco mantenimiento y que las vías si bien hace 100 años que están en esa traza (así se llama), son testigos del paso del tiempo y necesitan ser rejuvenecidas, tal vez con su reemplazo.

La locomotora hace lo que puede para llevar sus vagones, hasta cuando tira de ellos me hace acordar a una persona que se agita y tose en cada impulso o esfuerzo físico.

Bueno, al llegar a la estación de Mar del Plata, por cierto un lugar devenido muy gris y viejo, donde ya no estaba el local que vendía los alfajores Havanna, ni el bar en el cual hace 28 años (1984 , tenía 19 años), tomaba un cafe y leía el diario o un libro, esperando la hora de salida. Pero sí estaba el TREN.

¿Podía ser el mismo TREN que tomé hace 28 años, cuando tenía 19?, ¡¡él estaba allí!! ¡en la estación!, viejo y descolorido, pero de pie y pronto a salir. Al acercarnos al coche nro.301, en el que íbamos a viajar, encontramos al pie de la escalera al guarda: persona mayor de unos 65 años muy, pero muy amable vestido con pantalón azul marino y camisa blanca, se lo veía con oficio y amigo inseparable del TREN. En ese momento sentí, y luego pensé que estábamos en otro tiempo y en otra época ¡cien años atrás!, el guarda tomó mi valija para que pudiéramos subir libremente los escalones del servicio público y nos indicó los asientos.

Por lo tanto, al ingresar al vagón mis sospechas se confirmaban estábamos en el año 2011 viviendo una experiencia de por lo menos 70 años atrás. Mi respeto por el lugar era enorme. Viajábamos en Pullman, como aquellas personas de antaño (de aquel tiempo).

Los asientos eran amplios: dos por fila (parecía un coche cama y se podía estirar las piernas), tenía los tapizados muy bien cuidados de color azul. El recinto estaba bien iluminado provisto por tubos de luz, un botón verde decía "llamar al camarero" ¡HAA!, el lugar tenía aire acondicionado y las ventanas vidrios fijos.

VOLVER AL PASADO. EL VIAJE

Desde que entré al vagón fui transportado con mis pensamientos a la época en que el TREN fucionaba correctamente. El guarda; persona de unos 65 años, era amable, cordial, otra persona que pedía el boleto tendría también unos 55 años, al pasar los minutos entró en escena al vendedor de gaseosas de unos 40 años vestido de negro que decía ¡gaseosaaasss! ¡gaseosaaass! mientras el TREN se sacudía. Al irse y al rato no más hace su entrada una persona de 57 años vestido de negro que dice ¡el coche comedor está habilitado!.

YO pensaba que todo eso sucedía en las épocas de esplendor del tren cuando la burguesía, los terratenientes, los dueños de los campos viajaban allí en Coche Pullman. Dicho con respeto y no peyorativamente, en otras palabras no critíco a los Dueños del Campo.

¡Bueno!, al rato y después de esta reflexión vuelve a pasar el Sr. Mozo que trabajaba en el coche comedor, y dice: "¡quienes reservan mesas!", "¡quienes reservan mesas!". No lo podía creer el mismo ritual que viví décadas atrás estaba ahora, allí presente, personas uniformada, con la misma ceremonía o protocolo y que se notaba que los unía el Amor al TREN, en ese recinto estaba todo bien, el tiempo no había pasado, afuera el TREN estaba despintado, los resortes o amortiguadores cuando agarraba un desnivel de las vías nos hacía saltar en los asientos como en una cama elástica (por suerte fue una vez).

Para finalizar puedo decir que el viaje fue un maravilloso desplazamiento al pasado, una vivencia increíble. Los personajes del pasado en el TREN y vagón del ayer que se hicieron presentes, sin que tenga que cerrar los ojos y soñar con ellos.

Se realmente que cuando muera el TREN, cuando no pueda salir más, ellos morirán también y de una pena profunda, quiero decir, en este caso que hasta las familias más humildes pueden viajar distancias grandes, cómodamente, con dignidad y pagando poco, pagando algo accesible, y además el viaje en TREN es más seguro, rápido y no contaminante como el automotor.

J.Miguel Volonnino Tapiales La Matanza 10/03/12

No hay comentarios: