miércoles, 26 de septiembre de 2007

LAS MASCARAS DEL PODER

La Crónica-miércoles 26 de septiembre de 2007

LAS MASCARAS DEL PODER


Por Osvaldo A. Guerrero

Exgobernador Rio Negro (Argentina) 1983´

AÑO 1992.

(…) Se neutralizan las palabras. Los mensajes se diluyen, desustancian y vacían.
(En el Hombre Unidimensional), Hebert Marcuse caracteriza con agudeza el “Lenguaje Público” de los medios masivos, de sintaxis abreviada, que “ordena, condena y organiza”.

Tiene una acción hipnótica que se sobrepone a toda resistencia conciente del espíritu, que bloquea el libre pensamiento conceptual y adquiere un sentido puramente funcional, que solo busca subordinar a los destinatarios (el común de las gentes) a imperativos de los grupos que detentan el poder.
Este fenómeno se agudiza en las últimas décadas.
No es consecuencia del agotamiento ideológico, es el efecto del nuevo auge de una vieja ideología, que recuperó el control de los resortes del poder.

El poder, más que nunca en la historia, es poder económico hegemónicamente comunicado NO expresa su ideología; sencillamente vacía primero a las otras y las incomunica luego.


La cultura posmoderna, ultra-individualista, aísla y debilita a la política.
Privatiza todo, pero al despolitizar (en sentido de “des-publicar” el origen y objetivo de sus decisiones) privatiza para pocos y excluye.
Como en las dictaduras fascistas, la soberanía se concentra y asume facultades colectivas.
Proclama el fin de las ideologías, pero de hecho constituye una sola, invasora y inequívoca, hegemónica y absoluta.
Instrumenta en beneficio propio todos los discursos. Incorpora, deformándolos y para disolverlos, todos los contenidos ideológicos.

La razón de la posmodernidad (término de por sí suficientemente amplio y ambiguo), neoconservadora, pragmática, implacable, ideologiza simplemente los medios instrumentales, circunstanciales, coyunturales y a través de ellos, liquida los “fines” de las ideologías que se oponen.

Se apropia de los términos y los desconceptualiza.

Teoría negativa, aparece como positiva. Pues ¿qué sentido tiene el término “DEMOCRACIA,” cuando de hecho disfraza la negación de las decisiones colectivas; desarma sin rechazar de plano, los mecanismos de soberanía popular y desocializa la sociedad?.
¿Qué contenido concreto tiene la palabra Libertad cuando se condiciona, se limita, se conduce sutil pero férreamente la voluntad autónoma, individual y colectiva, sin que el inducido, limitado y condicionado, sea conciente de ello?.

Alienado, el individuo social, creyéndose más individuo, adormece su malestar dulcemente y hasta cree que es bienestar.

El ciudadano transformado en consumidor pasivo, es privado de su conciencia de compromiso público y, despojado de su propio lenguaje y de su propio discurso, queda callada su disidencia.

Sus palabras de reinvidicación y de rebeldía ya no tienen el mismo significado de antes.
El Hombre, solitario incomunicado y desorientado, carece de lenguaje para la protesta.

Infinidad de veces transmite los contenidos que le ha impreso quien se lo ha robado. “Reproduce el discurso del opresor.”
“El ciudadano, carente de argumentos, sólo le queda el silencio y el sometimiento.”

“La utilización del poder comunicativo a través de los medios masivos destruye todas las defensas.”

El fenómeno es todavía hoy sorprendente y muchas veces inexplicable.

Nunca como con Hitler la función política del lenguaje adquirió tal contundencia. Pág.37
Desde entonces ya nada es igual en el poder y la comunicación, que se interrelacionan mutuamente hasta mimetizarse en sus identidades.

A partir del Nazí-Fascismo la comunicación social es poder.
“Una ideología rica contiene en sí su propio lenguaje, crea conceptos y los expresa coherentemente con sus propios términos.”

En una escala de valores aquellos que tengan validez social.
“El neoconservadurismo tiene un control, total, de los medios de comunicación masiva.”

El retroceso de las ideologías se debe; entre otras cosas a la implícita renuncia del esclarecimiento conceptual, y fundamentalmente a su dificultad de construir un nuevo lenguaje que se distinga franca y totalmente del de su adversario.

Libro. Las Máscaras del Poder/1-Osvaldo Alvarez Guerrero
Biblioteca Política Argentina Nº 343.

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